Las hemorroides son una dolencia muy frecuente que puede generar molestias como picor, sangrado, dolor y sensación de pesadez en la zona anal. Aunque muchas personas creen que la única solución definitiva es la cirugía, lo cierto es que existen tratamientos eficaces y mínimamente invasivos que permiten curar o controlar las hemorroides sin pasar por el quirófano, especialmente en los grados más leves o moderados.
En Abellán Cirugía, valoramos cada caso de forma personalizada para ofrecer la mejor opción posible, evitando intervenciones innecesarias. En este artículo te explicamos cuándo es posible evitar la cirugía y qué tratamientos modernos están disponibles hoy en día.
¿Qué tipo de hemorroides se pueden tratar sin cirugía?
Las hemorroides se clasifican en cuatro grados, según su tamaño, síntomas y si protruyen o no fuera del ano:
- Grado I: inflamadas, pero no se exteriorizan
- Grado II: protruyen al defecar, pero regresan solas
- Grado III: requieren empuje manual para volver a su lugar
- Grado IV: están permanentemente prolapsadas
Las hemorroides de grado I y II suelen responder muy bien a tratamientos conservadores o mínimamente invasivos.
En los grados III y IV, es más probable que se requiera cirugía, aunque en algunos casos se pueden controlar con técnicas menos agresivas.
Opciones no quirúrgicas para tratar las hemorroides
1. Cambios en la alimentación y el estilo de vida
Es el primer paso y, en muchos casos, suficiente para aliviar los síntomas o evitar que la enfermedad avance.
Recomendaciones:
- Dieta rica en fibra (frutas, verduras, cereales integrales)
- Beber 1.5–2 litros de agua al día
- Evitar el estreñimiento o el esfuerzo al defecar
- Reducir el sedentarismo y evitar estar mucho tiempo sentado
- No abusar de comidas picantes, alcohol o café
En Abellán Cirugía siempre comenzamos el tratamiento con una evaluación nutricional y de hábitos intestinales.
2. Cremas, pomadas y supositorios
Son útiles en fases iniciales para aliviar síntomas como picor, inflamación o dolor. Suelen incluir antiinflamatorios, anestésicos locales o corticoides.
Limitaciones:
- No curan la causa, solo alivian los síntomas temporalmente
- Uso prolongado puede irritar la zona o generar efectos adversos
3. Ligadura con banda elástica
Una de las técnicas mínimamente invasivas más utilizadas para hemorroides internas de grado I y II (incluso algunas de grado III).
¿En qué consiste?
Se coloca una pequeña banda elástica en la base de la hemorroide, lo que interrumpe su irrigación sanguínea. En pocos días, el tejido se necrosa y cae de forma natural.
Ventajas:
- Procedimiento ambulatorio, sin anestesia
- No requiere baja laboral
- Mínimo dolor o molestias leves
Resultados: mejora sostenida en más del 80% de los casos bien indicados
4. Esclerosis química
Consiste en inyectar una sustancia esclerosante en el interior de la hemorroide, lo que provoca su retracción y desaparición progresiva.
Ideal para: hemorroides pequeñas o sangrantes, especialmente en pacientes que no toleran otras técnicas
Ventajas:
- Técnica rápida y ambulatoria
- No requiere anestesia
- Mínimo riesgo de complicaciones
Limitaciones:
- No suele ser efectiva en hemorroides grandes o prolapsadas
5. Fotocoagulación infrarroja
Esta técnica utiliza luz infrarroja para cauterizar los vasos que alimentan la hemorroide, reduciendo su tamaño y sangrado.
Ventajas:
- Procedimiento rápido, indoloro y ambulatorio
- Útil en hemorroides internas grado I–II
- Recuperación inmediata
Requiere: en algunos casos, más de una sesión para lograr resultados óptimos
6. Tratamiento con láser (cuando no requiere cirugía)
Aunque el láser se utiliza también en cirugía, existen técnicas láser no invasivas o de baja intensidad que pueden aplicarse en fases iniciales para desinflamar y retraer el tejido hemorroidal.
En Abellán Cirugía evaluamos si el láser es viable según el grado y la evolución de la enfermedad.
¿Cuándo sí es necesaria la cirugía?
En los siguientes casos, los tratamientos conservadores suelen ser insuficientes:
- Hemorroides grado III persistentes o sangrantes
- Hemorroides de grado IV con prolapso permanente
- Trombosis hemorroidal recurrente
- Fracaso de tratamientos no quirúrgicos
- Molestias severas que afectan la calidad de vida
En estos casos, la cirugía puede ser la mejor solución definitiva, pero incluso entonces, existen técnicas modernas como la cirugía con láser, que reduce el dolor postoperatorio y acelera la recuperación.
¿Qué tratamiento es el adecuado para mí?
Cada paciente es único. Por eso, en Abellán Cirugía realizamos una valoración personalizada para decidir el tratamiento más adecuado según:
- Tipo y grado de hemorroides
- Síntomas y molestias actuales
- Edad y estilo de vida
- Patologías asociadas (diabetes, hipertensión, etc.)
- Preferencias del paciente
Conclusión
Sí, es posible curar las hemorroides sin cirugía en muchos casos, especialmente si se detectan a tiempo y se actúa con un tratamiento adecuado. Existen opciones mínimamente invasivas, eficaces y seguras que permiten controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida sin necesidad de pasar por el quirófano.
En Abellán Cirugía te ofrecemos una atención integral y tratamientos adaptados a tu situación. Nuestro objetivo es evitar la cirugía siempre que sea posible, y ofrecerte la mejor solución con el menor impacto posible.
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