¿Qué comer tras una cirugía de vesícula por laparoscopia?

Después de una cirugía de vesícula biliar, especialmente por laparoscopia, una de las dudas más comunes es:
“¿Qué puedo comer ahora que ya no tengo vesícula?”

La extirpación de la vesícula (colecistectomía) obliga al sistema digestivo a adaptarse, especialmente en los primeros días o semanas. Aunque muchas personas pueden volver a su alimentación habitual con el tiempo, es importante seguir una dieta progresiva y baja en grasas para evitar molestias como gases, diarrea o digestiones pesadas.

En Abellán Cirugía, te explicamos qué comer después de una cirugía de vesícula por laparoscopia y te damos consejos prácticos para cuidarte en esta etapa clave de la recuperación.

¿Qué función cumple la vesícula y qué cambia tras su extirpación?

La vesícula biliar almacena y concentra la bilis producida por el hígado, liberándola cuando comemos alimentos grasos. Tras su extirpación, la bilis sigue produciéndose, pero ya no se regula su liberación: pasa continuamente al intestino, en menor cantidad.

Esto puede provocar:

  • Diarrea o urgencia intestinal
  • Gases o distensión abdominal
  • Molestias digestivas si se consumen grasas o comidas muy pesadas

Por eso es esencial adaptar la dieta en las primeras semanas postoperatorias.

Fases de la dieta tras la cirugía de vesícula por laparoscopia

Fase 1: Dieta blanda y baja en grasa (primeros 3–5 días)

Objetivo: facilitar la digestión, reducir la producción de bilis y evitar irritaciones.

Alimentos recomendados:

  • Caldos suaves (verdura o pollo sin grasa)
  • Arroz blanco cocido
  • Purés de calabacín, zanahoria, patata
  • Pechuga de pollo o pescado blanco hervido o al vapor
  • Pan blanco tostado
  • Manzana asada, compota o plátano maduro
  • Infusiones suaves (manzanilla, anís, menta)

Evitar:

  • Fritos, embutidos, quesos curados
  • Legumbres, brócoli, coliflor (por gases)
  • Lácteos enteros
  • Bebidas azucaradas, refrescos, alcohol

Fase 2: Introducción progresiva de alimentos (días 5–15)

Objetivo: ampliar la dieta de forma progresiva, observando la tolerancia.

Puedes incorporar:

  • Lácteos desnatados
  • Yogur natural bajo en grasa
  • Huevos cocidos (clara primero, luego yema)
  • Pasta cocida con verduras suaves
  • Filete de pavo o merluza al horno
  • Pan integral en pequeñas cantidades

Consejo: Introduce solo un alimento nuevo por comida para detectar posibles molestias.

Fase 3: Dieta equilibrada baja en grasas (desde los 15–30 días)

Objetivo: mantener una alimentación saludable y evitar sobrecargar el sistema digestivo.

Claves:

  • Cocina siempre al vapor, hervido, horno o plancha
  • Usa aceite de oliva en crudo, en pequeñas cantidades
  • Evita grasas saturadas, procesados y salsas
  • Come 4–5 veces al día en porciones pequeñas
  • Mastica bien y come despacio

¿Qué pasa si como algo graso?

En las primeras semanas, alimentos grasos pueden provocar diarrea, náuseas o dolor abdominal. Es normal: el cuerpo aún no regula bien el paso continuo de bilis al intestino.

Lo ideal es evitar:

  • Fritos, rebozados
  • Bollería industrial
  • Nata, mantequilla, embutidos
  • Comidas rápidas, salsas, alimentos precocinados

Con el tiempo, muchas personas pueden volver a tolerar algunos de estos alimentos con moderación, pero siempre es mejor hacerlo bajo supervisión.

¿Cuánto tiempo debo seguir la dieta baja en grasas?

Dependerá de cada paciente. En general:

  • Durante el primer mes: se recomienda mantener una dieta baja en grasas de forma estricta.
  • A partir del segundo mes: se puede introducir más variedad, siempre que no haya síntomas.
  • Algunas personas necesitarán mantener ciertos cuidados digestivos de forma permanente, sobre todo si tenían trastornos digestivos previos.

En Abellán Cirugía, hacemos seguimiento personalizado para adaptar la dieta a cada paciente según su evolución.

Consejos adicionales para una buena digestión sin vesícula

  • Come despacio y mastica bien
  • No te saltes comidas: mejor comer poco y frecuente
  • Bebe agua entre comidas, no en grandes cantidades durante
  • Evita acostarte justo después de cenar
  • Practica caminatas suaves tras las comidas: ayudan al tránsito intestinal

Conclusión

Saber qué comer tras una cirugía de vesícula por laparoscopia es clave para evitar molestias y acelerar la recuperación. Una dieta blanda, baja en grasas y progresiva te permitirá adaptarte a la nueva forma en la que tu cuerpo digiere los alimentos.

En Abellán Cirugía acompañamos a nuestros pacientes también en el postoperatorio, con pautas alimentarias claras, seguimiento médico y atención personalizada para que tu recuperación digestiva sea completa y sin complicaciones.

¿Te has operado recientemente de vesícula o estás a punto de hacerlo? Agenda tu consulta postoperatoria y recibe un plan nutricional adaptado a ti.