Las hemorroides en fases avanzadas pueden afectar seriamente la calidad de vida. Cuando los tratamientos conservadores dejan de ser efectivos y las molestias se vuelven constantes, muchos pacientes se preguntan:
???? “¿Ya necesito operarme?”
En este artículo, desde Abellán Cirugía, te explicamos cómo saber si necesitas cirugía para hemorroides grado III o IV, qué síntomas lo indican y cuáles son las opciones quirúrgicas actuales, muchas de ellas más rápidas y menos dolorosas de lo que imaginas.
¿Qué significan las hemorroides grado III y IV?
La clasificación de las hemorroides se basa en su grado de prolapso (es decir, cuánto sobresalen del ano) y si regresan o no de forma espontánea.
Grado III
- Las hemorroides se salen al defecar o al hacer esfuerzo.
- No regresan solas: deben reintroducirse manualmente.
- Pueden producir sangrado, escozor, sensación de bulto constante y molestias al estar sentado.
Grado IV
- Las hemorroides están permanentemente prolapsadas.
- No pueden reintroducirse, ni siquiera con la mano.
- Suelen acompañarse de inflamación persistente, dolor y riesgo de trombosis.
¿Es obligatorio operarse en estos casos?
No siempre. Algunos pacientes con hemorroides grado III pueden controlar los síntomas con tratamiento médico, cambios en la dieta o técnicas mínimamente invasivas.
Sin embargo, la cirugía es la opción más eficaz y definitiva para quienes:
- Tienen molestias frecuentes o sangrado crónico
- Sufren crisis recurrentes o episodios de trombosis
- Sienten dolor o incomodidad al caminar o sentarse
- Necesitan reintroducir las hemorroides manualmente con frecuencia
- Han probado pomadas, dieta y ligaduras sin éxito
En Abellán Cirugía, evaluamos cada caso con detalle. No todos los pacientes con grado III necesitan cirugía, pero cuando la calidad de vida está comprometida, operarse puede ser la mejor solución.
Señales de que es momento de considerar la cirugía
1. Sangrados frecuentes
Si sangras al defecar de forma regular, incluso con deposiciones suaves, la cirugía puede prevenir la anemia y otras complicaciones.
2. Dolor persistente o recurrente
Aunque las hemorroides internas no suelen doler, cuando hay prolapso, inflamación o trombosis, el dolor puede ser constante o muy intenso.
3. Prolapso permanente
Si las hemorroides están siempre fuera del canal anal (grado IV), la cirugía es generalmente necesaria. De lo contrario, pueden ulcerarse o infectarse.
4. Fracaso de tratamientos conservadores
Si ya has probado cambios en la dieta, fármacos o técnicas como la ligadura elástica sin mejoría, es probable que la cirugía sea la siguiente opción.
5. Reaparición frecuente de síntomas
Aunque los tratamientos no quirúrgicos pueden ofrecer alivio temporal, si los síntomas vuelven una y otra vez, la intervención quirúrgica ofrece una solución definitiva.
¿Cómo es la cirugía para hemorroides grado III y IV?
Existen varias técnicas, y la elección dependerá del caso clínico y de la experiencia del cirujano:
1. Hemorroidectomía clásica (Milligan-Morgan o Ferguson)
- Extirpación total de las hemorroides.
- Indicada en grados III-IV con prolapso severo.
- Requiere anestesia (raquídea o general).
- Recuperación de 2 a 4 semanas.
2. Cirugía con láser
- Técnica menos invasiva, precisa y con menos sangrado.
- Menor dolor postoperatorio.
- Permite recuperación más rápida.
- Ideal para hemorroides grado III no muy voluminosas.
3. Técnica THD (Desarterialización Hemorroidal)
- Cierra los vasos que alimentan las hemorroides sin extirpar tejido.
- Menos dolorosa que la hemorroidectomía clásica.
- Puede no ser efectiva en todos los casos de grado IV.
En Abellán Cirugía, aplicamos técnicas quirúrgicas modernas y personalizadas, priorizando una recuperación rápida, segura y sin dolor innecesario.
¿Qué pasa si no me opero?
Si las hemorroides grado III o IV no se tratan, pueden provocar:
- Sangrados crónicos
- Dolor al defecar o al sentarse
- Episodios de trombosis hemorroidal
- Úlceras o infecciones en el tejido prolapsado
- Impacto emocional y disminución de la calidad de vida
Aunque no son una enfermedad grave, sí pueden volverse incapacitantes si se cronifican.
¿Y si tengo miedo a la cirugía?
Es completamente normal. Muchos pacientes temen el dolor postoperatorio, la anestesia o el tiempo de baja laboral.
Lo bueno es que hoy en día:
- Las técnicas han evolucionado mucho: menos dolor, incisiones más pequeñas y recuperación más rápida.
- Muchas cirugías son ambulatorias: no requieren ingreso hospitalario.
- En Abellán Cirugía, ofrecemos anestesia adaptada, control del dolor postoperatorio y seguimiento personalizado.
Conclusión
Si padeces hemorroides grado III o IV y tus síntomas interfieren en tu vida diaria, es probable que la cirugía sea la mejor solución. Operarse no es un fracaso, sino una forma de recuperar tu bienestar de forma definitiva y segura.
En Abellán Cirugía te ayudamos a tomar la mejor decisión con una evaluación profesional, cercana y sin prisas. Nuestra experiencia en cirugía proctológica te garantiza un tratamiento eficaz, con un postoperatorio bien controlado y orientado a tu comodidad.
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